Reconocer el cambio tan directamente puede ser duro para los seguidores de la antigua doctrina económica del Laissez faire, laissez passer, que todo lo permitía. La nueva concepción económica del mundo occidental claramente no es la de Friedman, se inclinaría hoy más por lo económico-social que, para tranquilidad del neoliberalismo –ellos lo saben- es progreso del capitalismo, que viene a suavizar la etapa dura del “capitalismo feroz”.